La Langosta canaria (Scyllarides latus) viven a una profundidad entre los 5 y 30 mt. en zonas rocosas-arenosas, refugiándose en cuevas durante el día debido a su carácter nocturno.
Se alimenta de moluscos, hurgando por los fondos arenosos, aunque no desperdicia la carroña que se encuentre en su camino.
A diferencia de la mayoría de las langostas, presenta unas antenas en forma de aspa y no tiene pinzas, las que son sustituidas por unas fuertes uñas al final de sus patas. Su cuerpo es cuadrado en forma de armazón y plegable por su abdomen, con un color pardo oscuro llena de una granulación como pequeñas células.
Debido a la sobreexplotación por su carne de gran calidad ya no es tan común encontrarla en grupos numerosos, y solo suele vérsele esporádicamente y rara vez más de una.
Posee un ciclo de migración vertical que va desde su época de reproducción en aguas submareales a las aguas profundas en el invierno.
Posee un ciclo de migración vertical que va desde su época de reproducción en aguas submareales a las aguas profundas en el invierno.
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