Mientras que las consecuencias de la acción humana en los ecosistemas terrestres son apreciables a simple vista, la pérdida de diversidad animal y vegetal bajo el mar nos pasa desaperciba. Se están produciendo importantes cambios en la dinámica de las especies que los investigadores no abarcan a estudiar. Para dar solución a tal problema, se crean programas como Reef Life Survey.
Imagen cedida por daciencia.com - Mikel Becerro |
Esta iniciativa nace en Australia de la mano de un grupo de biólogos marinos con la pretensión de mejorar la conservación de la biodiversidad marina y el uso de los recursos que ofrece el mar, por medio de la investigación de calidad. El objetivo es recopilar una gran cantidad de datos sobre el medio marino en todo el globo que sirvan a los científicos para, por un lado, valorar las transformaciones que se producen en todo el mundo y, por otro, resolver los problemas locales a corto plazo. Gracias a esta gran base de datos se podrá obtener una conclusión objetiva de los cambios a gran escala que se producen en nuestros océanos, ya que este programa tiene la capacidad de analizar, con una calidad muy específica, el mundo entero.
Pero el rasgo que distingue Reef Life Survey de otros programas de protección medioambiental, es su grado de implicación social. La labor de captura de datos es llevada a cabo por buzos, fotógrafos o amantes del mar en general que deciden donar el tiempo que dedican a actividades de ocio a la mejora de la ciencia y, consecuentemente, al cuidado de las especies marinas de forma voluntaria.
El tiempo limitado de los investigadores no les permite realizar tantas inmersiones como fuera deseado, por lo que se imparten cursos de formación para todos aquellos buceadores que deseen forman parte del programa de forma altruista. Este curso es eminentemente práctico y les permite conocer el protocolo a seguir para hacer efectiva la recogida de datos. Ellos son los encargados de identificar las especies, contar los individuos, medir su talla, etc… Al mismo tiempo, los investigadores ofrecen asesoramiento a los buceadores voluntarios, por lo que además de avances en la ciencia se fomenta la formación de la población y la expansión del conocimiento.
Muchos de los participantes son jóvenes con carreras en ciencias de la naturaleza, pero otros son simple aficionados que sienten pasión por el medio marino y buscan aportar su grano de arena a su protección.
Reef Life Survey Spain
España, ha sido uno de los primeros países en sumarse al carro con la fundación de Reef Life Survey Spain. Mikel Becerro es biólogo marino del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA) perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y uno de los integrantes del programa, confirma que “todo se comprueba y se tiene un sistema robusto para coger unos datos muy fiables y de los cuales se beneficia todo el mundo: científicos, gobiernos, comunidades locales…”. Además, remarca que “se consigue involucrar a la sociedad para que, ese tiempo que pasan de ocio sea contribuido para la ciencia y su propio beneficio. Así el amor por la biología marina se va extendiendo”.
España, ha sido uno de los primeros países en sumarse al carro con la fundación de Reef Life Survey Spain. Mikel Becerro es biólogo marino del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA) perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y uno de los integrantes del programa, confirma que “todo se comprueba y se tiene un sistema robusto para coger unos datos muy fiables y de los cuales se beneficia todo el mundo: científicos, gobiernos, comunidades locales…”. Además, remarca que “se consigue involucrar a la sociedad para que, ese tiempo que pasan de ocio sea contribuido para la ciencia y su propio beneficio. Así el amor por la biología marina se va extendiendo”.
Uno de los campos donde se trabaja desde España para la aportación de nuevos datos es el estudio de la transformación de los ecosistemas marinos por la incorporación de sustratos artificiales. El crecimiento de la población ha acarreado la necesidad de crear mayores infraestructuras marinas, por lo que el sustrato natural donde crecen miles de especies se ha convertido en cemento u otros componentes artificiales. Uno de los investigadores centrados en este campo es José Antonio Sanabria Fernández, aún estudiante de Biología Marina pero que ya con méritos a su espalda. A través del muestreo en las costas canarias, donde ya cuenta con 65 puntos entre El Hierro, La Palma, Tenerife y Fuerteventura, ha percibido la transformación del ecosistema a causa de la adhesión de elementos externos al mismo, lo cual podría derivar en graves consecuencias en el futuro si se continúa modificando el hábitat de las especies. El estudio detallado de los datos recogidos, permitirá a José Antonio hallar la causa de los cambios en las especies de una u otra forma según las nuevas condiciones impuestas por la acción humana.
Pero José Antonio no solo se dedica a investigar para sí mismo, sino que los datos que recoge in situ son integrados en la red global de Reef Life Survey, bajo la filosofía de que “hay que intentar conocer más para proteger y conservar”. Tras participar en el curso de formación celebrado en diciembre en el Instituto de Productos Naturales y Agrobiología se siente motivado por el equipo australiano para sacar adelante el programa. De momento no se plantea abandonar la labor voluntaria que realiza, sino todo lo contrario, quiere motivar a la sociedad para que “cada persona aporte y salir ganando todos. Es un conjunto que intentamos hacer fuerte para conservar la biodiversidad marina. Y lo vamos a hacer”. Dado el carácter altruista de la labor investigadora, el equipo español cuenta con el apoyo desinteresado del Club de Actividades Subacuáticas y Biológicas Biosub de Tenerife, que les proporciona todo el material necesario para hacer posible las inmersiones a coste cero.
Hasta ahora el programa se ha instaurado en una veintena de países alrededor del mundo y persigue su máxima difusión en beneficio de la salud de nuestros ecosistemas marinos. Desde el Programa Ambiental de las Naciones Unidas ha sido mencionado como método fiable y riguroso para validar el cumplimiento de los objetivos de conservación del planeta propuestos. Los cuales hasta el día de hoy no se han llevado a término.
Con semejante respaldo y ante el rápido deterioro del medio marino se hace necesario llevar a cabo grandes estudios que permitan a científicos de todo el mundo establecer una relación entre las causas y las consecuencias de dicho desgaste. Hasta ahora se ha observado, gracias a las aportaciones de buceadores y fotógrafos voluntarios cooperantes del Reef Life Survey, que en ciertas regiones donde la actividad humana no es tan agresiva con el entorno, también se han sucedido cambios en la dinámica de las especies. Lo cual conduce a la hipótesis de que el calentamiento global está afectando a la vida submarina. En palabras de Mikel Becerro, “si aumenta el nivel de dióxido de carbono, también lo hace la temperatura y la acidez del agua, y las reservas que podemos crear no ofrecen protección contra este tipo de cambios, como la que ofrecen contra la sobrepesca o la destrucción de hábitats. Se necesitan niveles de actuación adicionales”.
Para que esta amplia labor de investigación dé origen a una mejora real de la conservación de los ecosistemas marinos se precisa una sinergia activa entre los poderes políticos y los cuerpos investigadores. Dar a conocer a los poderes políticos los resultados de los informes de Reef Life Survey (tanto en España como en el resto del mundo) y el deseo de cambio por parte de las instituciones supondrá una serie de acciones efectivas para detener la pérdida de especies animales y vegetales submarinas. En último término, la ciencia trabaja al servicio de la sociedad y busca “invertir en formación y en difusión, además de tener la capacidad de ofrecer trabajo, de crear empleo. No queremos hacer solo ciencia, queremos aportar a la sociedad, que se genere inquietud y que se proteja el sistema”.
FUENTE: daciencia.com
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