La Medusa Forskalia edwardsi es una colonia de centenares de pólipos y cada uno ocupa una función especializada. La estructura colonial es cónica, con una medida de 1 a 3 metros de largo. Algunas de estas colonias de hidromedusas pueden medir más de 10 metros de largo cuando están en extensión. La parte superior de la colonia, muy translúcida, está compuesta por el pneumatoforo, que pueden ser de diferentes medidas, y de varias series de campanas natatorias, hasta 12. Por debajo, repartidas alrededor del estolón central, hay reunidos varios centenares de cormidios. Cada uno de estos cormidios, más opacos, normalmente tintados de color salmón, tiene varios pólipos diferenciados y especializados: pólipos alimentadores, reproductores, protectores… Cada cormidio tiene igualmente un filamento pescador ramificado para capturar sus presas. Normalmente se ven individuos con las campanas de caza relajadas que podrían dar a confusión con otras especies. En realidad, la colonia adopta esta posición cuando está cazando. El resto del tiempo, se parece a un largo racimo de uva. Igual que muchos componentes del plancton, son bioluminescentes. La especie es extremadamente urticante, aunque no tanto como el sifonóforo Physalia physalis.
Macro de la medusa
Es una especie relativamente común que prospera en los océanos de todo el mundo, incluso el mar Mediterráneo, donde está muy esparcida. Vive cerca de la superficie o en aguas abiertas. Es una especie pelágica que sigue las corrientes marinas en forma planctónica. Hacia el final de la primavera es cuando se la puede encontrar con mayor facilidad cerca de la costa.
Se alimenta liberando sus brazos ramificados y urticantes para capturar las pequeñas criaturas planctónicas.
Su reproducción es posiblemente, como todas las hidromedusas, por gemación a partir de los pólipos, ya sea desde la pared del pólipo o estructuras especializadas. De esta gemación se forman pólipos (reproducción asexual) o medusas sexuadas (reproducción sexual) que, al realizar la fecundación, poden formar nuevos pólipos.
Su picadura provoca un escozor muy intenso pero poco duradero.
OTRAS FUENTES:
- Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona www.cibsub.com
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