CUIDADO DE JUNTAS TÓRICAS

Del cuidado de las distintas juntas que componen nuestro equipo depende la integridad de un material tan valioso como es el que aloja una carcasa submarina. El 99% de las cajas estancas que se inundan son por fallo humano, y un porcentaje importante de esas inundaciones sucede por un cuidado inadecuado de la junta tórica.

Las juntas tóricas principales deben cambiarse cada año. Las juntas de los botones no requieren mantenimiento, pero cada 2 o 3 años puede enviarse al fabricante para un cambio general de juntas.

Curiosamente los usuarios de carcasas de cámaras compactas cambian las juntas más frecuentemente que los usuarios de carcasas de vídeo o de réflex.

Las tóricas pueden ser de silicona, generalmente, o de otro tipo de materiales. Las juntas tóricas que sean de silicona requieren cierto mantenimiento para alargar su vida útil y, por tanto, la seguridad y estanqueidad de la carcasa. Ese mantenimiento consiste en engrasar la junta cada cierto tiempo con grasa de silicona.

Contrariamente a lo que pueda pensar mucha gente, la grasa de silicona que acompaña a las carcasas cuando se compran, no es para que la junta tórica sea estanca. La junta tórica produce la estanqueidad por sí misma.

La grasa de silicona evita que la junta esté en contacto directo con el aire. De no hacerlo, con el tiempo se resecaría y perdería elasticidad. Es algo muy similar a chaquetas o botas de cuero que requieren grasa de vez en cuando para evitar que se cuarteen con el tiempo.

Por tanto, la grasa de silicona que debe darse es una cantidad mínima.

Lo fundamental es que las juntas estén siempre limpias antes de entrar en el agua. Cualquier resto adherido (arena, sal, pelos,...) a su superficie puede ocasionarnos una filtración y la más que probable pérdida de nuestra preciada cámara. Hay que recordar que con que haya un pequeño pelo en la junta puede entrar agua.

La grasa de silicona conserva la junta a largo plazo, pero limpiarla bien es la única forma de asegurarnos la estanqueidad durante la inmersión.

Cómo limpiar y engrasar correctamente la junta tórica

Siempre que podamos evitaremos sacar la junta tórica de su sitio. Por mucho cuidado que pongamos, cada vez que la quitamos de su ubicación la estiraremos ligeramente y con el tiempo esa elongación puede hacer que pillemos la junta al cerrar la carcasa.

Pasar un dedo a lo largo de la carcasa será suficiente para "arrastrar" cualquier suciedad que se haya quedado adherida. Una inspección cuidadosa de la junta para localizar que no queda ningún elemento pegado será el paso final para comprobar que ha quedado limpia.

En caso de que haya algún elemento que no podamos limpiar pasando el dedo y no nos quede más remedio que extraer la junta, lo haremos con mucho cuidado y utilizando el extractor de juntas incluido en la carcasa. De no tenerlo, puede hacerse con el borde de un DNI o tarjeta de crédito, ya que el borde no dañará la junta durante la extracción.

Limpiaremos el alojamiento de la junta con un bastoncillo de algodón o con un paño que no deje residuos. Nos aseguraremos que no quedan restos y que todo queda perfectamente limpio.

Al limpiar la tórica NUNCA la estiraremos. Repasaremos su superficie y quitaremos con los dedos las impurezas que encontremos muy poco a poco.

Colocaremos la junta limpia en su alojamiento y procederemos a lubricarla con grasa de silicona.

La cantidad de grasa de silicona que se aplica ES MÍNIMA. Recordamos que es para conservarla, no para que sea estanca. Nos aplicaremos el equivalente a un grano de arroz en el dedo meñique lo extenderemos a lo largo de la junta. El resultado debe ser solamente que la junta tórica coja brillo.

Nunca deben quedar restos  o grumos de grasa pues pueden actuar como suciedad y generar una entrada de agua. El brillo de la junta tórica debe ser el resultado óptimo para saber que hemos engrasado correctamente la junta. 

No es necesario engrasar las tóricas cada vez que realicemos una inmersión. Con la experiencia iremos comprobando cuando es necesario, pero a priori, cada 3 o 4 inmersiones es una media aceptable.