El Chlamydoselachus anguineus o tiburón anguila, también
denominado fósil viviente y tiburón prehistórico, está
considerada una de las especies de escualo más raras y poco comunes, tanto por
su aspecto de animal salido de un dibujo de dragones o de un museo de
prehistoria, como por lo difícil que es verlo, pues vive a grandes
profundidades marinas y sube a la superficie muy ocasionalmente. Está en peligro de extinción.
La página de Facebook que ha difundido la noticia del curioso hallazgo, Tenerife
Mi Tierra, explica que fue localizado ya muerto por unos pescadores
en el entorno marino del faro de El Porís de Abona (en el municipio de Arico,
Tenerife Sur), y trasladado a tierra.
El tiburón anguila, una de las dos especies de tiburones aún
existentes la familia Chlamydoselachidae, vive
habitualmente sobre los 1.500 metros de profundidad pero en Japón se
puede encontrar (con mucha suerte, eso sí) entre los 50 y los 200 metros. A partir de
unas imágenes grabadas hace 6 años, al tiburón anguila se le denomina tiburón
prehistórico o fósil viviente por su aspecto más propio de museo de
ciencias naturales que le proporciona su cuerpo anguiliforme, sus aletas
dorsales, pélvicas y anal colocadas muy atrás… y que en realidad se cree que no
ha evolucionado nada en 500 millones de años, lo que dice mucho de la
perfección de este tiburón.
El tiburón anguila alcanza una longitud de 4 metros y tiene unas
mandíbulas muy largas y flexibles que le permiten alimentarse de grandes presas
como pulpos y otros tiburones.
Fuente:
aquisur.info
Foto:
Tenerife Mi Tierra. / Mercedes Ramos Pérez
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