El aumento de la temperatura
del agua está incrementado el número de especies tropicales en el entorno del
Archipiélago, sobre todo cerca de las islas occidentales -La Palma, El Hierro y
La Gomera-, más cálidas. Desde el año 1991 “han llegado a nuestras aguas unas
treinta especies tropicales”, asegura al Servicio de Información y Noticias
Científicas (SINC) Alberto Brito, catedrático del departamento de Biología
Animal de la Universidad de La Laguna en Tenerife, quien añade que algunas
poblaciones se han instalado de forma estable e incluso “se han convertido en
recursos importantes para la pesca”. Es el caso del gallo aplomado (Canthidermis
sufflamen), que se registró por primera vez en la isla de El Hierro en
1994. “Al año siguiente ya se reproducía con éxito y en la actualidad
constituye un importante recurso en las islas occidentales”, subraya el
científico. Otro caso es el de las especies del género Decapterus
(caballas-chicharros), que son carnaza para la pesca de túnidos.
PROCESO EN AUMENTO
Hay también especies de origen
tropical que “se tenían de siempre” y ahora se han vuelto más abundantes. La
vieja (Sparisoma cretense), la catalufa (Heteropriacanthus
cruentatus), el gallo azul (Aluterus scriptus) o el pejetrompeta
(Aulostomus strigosus) se han expandido incluso hacia Lanzarote y
Fuerteventura, con aguas más frías.
Pero esto no es más que “la
punta del iceberg”, señala Fernando Herrera, jefe del Servicio de Prevención y
Control de la Contaminación en la Dirección General de la Naturaleza del
Gobierno de Canarias. Para las especies marinas de las islas, la solución es
más complicada. Al calentarse el agua de su hábitat, algunos peces están en
riesgo de desaparecer de las islas más occidentales.
FUENTE: diariodeavisos.com
AGENCIAS | Santa Cruz de Tenerife
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